Escrito por Alfred Kaufmann
Acomodarse a nuevos hábitos cansa. Tener que ponerse la mascarilla y estar atento a la distancia, ¡no se me acerque mucho!, estar pendiente de las personas a tu alrededor, la mascarilla, el alcohol, el jabón, no-besos/abrazos, no-cafés. Acostumbrarse a algo nuevo incomoda y cansa.
La paranoia. Todos los días nos dicen que hay muchos contagios, que las camas de los hospitales se llenan, que el sistema colapsa en octubre, todos lo días el ministro Salas nos recuerda que esto es nuestra responsabilidad. Ahora me quieren clavar nuevos impuestos mientras esa sensación de desconocimiento económico crece. La sensación de fragilidad cansa.
La incertidumbre (las divisiones políticas, el sisma ideológico, los intereses partidarios, la falta de diálogo). Tenemos la sensación de que pendemos de un hilo sin la ayuda del FMI, si no cumplimos, si no nos ajustamos a sus demandas, el FMI nos puede voltear la cara (yo creo que el FMI tiene la obligación moral de practicar la compasión, si no es ahora no sé cuándo). Cansa tener de depender de los otros para que las cosas sucedan. Nuestro destino está en la mano de otros y esa incertidumbre cansa.
La bulla. Todo el mundo opina, todos desde sus creencias, desde el miedo a perder, desde sus experiencias y entendimientos del mundo. Algunas cosas que escucho no me gustan, me chocan y pierdo la paciencia y me da rabia y entonces tengo que hacer un esfuerzo para contener y a veces no puedo y me sale la estupidez. La bulla cansa. Contener esa rabia cansa.
Kahneman (Nobel de economía) da el ejemplo de cómo las emociones mal manejadas nos pueden afectar. Dice que: “comportarse de manera correcta frente a un colaborador que actúa como un patán”, drena nuestra energía y nos agota.
Todo eso nos cansa y somos menos tolerantes.
¿Qué hacer?
TIP 1. Reconocer que no soy el único que está así. Algunos están peor que yo. Lo lamento. Me pongo en sus zapatos y soy empático. Practico mantras: “un día a la vez”. (o el que ustedes prefieran)
TIP 2: Medito durante un minuto. (cada vez que lo necesite)
1. Inhalo profundo y abro el pecho
2. Exhalo hondo y boto todo hasta el final (repito 3 veces)
3. Me quedo unas respiraciones más en silencio y visualizo algo por lo que estoy agradecido.
Tuanis.
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